Aspectos técnicos de la estampa japonesa (III)

La Jeringa
7 min readDec 29, 2021

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Por: María Alejandra Sánchez Bernal

La xilografía fue empleada en la impresión de escrituras fundamentalmente para difundir textos budistas. En la segunda mitad del siglo XVII se convirtió en una actividad artística. En 1608 se publicó “Ise Monogatari” (o Cantares de Ise), obra que reflejaba una vida de diversión entre la nobleza. Los primeros grabados tenían una terminación en blanco y negro (sumizuri), posteriormente fueron coloreados a mano con colores como el naranja rojizo (tan) y el verde (roku), estas xilografías eran reconocidas como tan-e, mientras que los libros que la contenían se denominaban tanrokubon (bon, libro).

A la hora de realizar una xilografía se debe contar con diversos materiales y herramientas. En primer lugar, se necesita de madera, contrachapado, linóleo, pigmentos, engrudo y papel. Las maderas más populares para dicha labor son las de corteza dura, por ejemplo, la sakura, el peral, el boj y el naranjo. A la hora de elaborar la matriz y llevar a cabo el proceso de estampación se emplea un cincel plano, gubias en forma de U y V, la paleta, el cuchillo hangito, escoplo plano, pinceles hake y marubake y el baren.

El procedimiento que se sigue a la hora de realizar un ukiyo-e es el siguiente: en un primer momento el artista diseña el dibujo en un papel resistente, después este pasa a manos del grabador, quien se encargará de tallar sobre la madera la obra y, finalmente el estampador llevará a cabo la impresión de la matriz.

El dibujo que sirve de guía al grabador se caracteriza por su carácter lineal realizado con el pincel y la tinta negra en un papel transparente que se pega sobre el taco, el cual se corta del interior de los árboles de madera dura, mientras que la blanda se comenzó a aprovechar para las reproducciones a color posteriormente.

El tallado se puede realizar de distintas formas según el corte que tenga la madera. Si esta fue cortada a fibra o al hilo (perpendicular al suelo) se ejecuta siguiendo la dirección de la fibra de la madera; no obstante, si la madera ha sido cortada a contrafibra o a la testa (en paralelo al suelo) se debe tener habilidad suficiente para tallar con buen sentido de la precisión. Los escoplos se utilizaban para cortar las partes de mayor dimensión, aquellas áreas que resultaban más complicadas se grababan con los cuchillos.

La primera tarea del estampador consistía en imprimir varias pruebas en blanco y negro. El primer paso a tomar en cuenta para dicho proceso es el entintado de la matriz con ayuda del rodillo o del baren, a continuación, se coloca el papel sobre esta y se transfiere la tinta al mismo a través de la presión ejercida. En la antigüedad la estampación se efectuaba aplicando la tinta con un pincel directamente en el relieve frotando con el baren (herramienta de base circular de fibras de bambú), la asidera y tinta calcográfica (u óleos en la actualidad).

Estas pruebas eran revisadas por el artista que diseñó la obra, quien indicaba los colores (en caso de ser una impresión multicolor nishiki-e) que estarían presentes en el acabado, para ello eran utilizadas una sola prueba (o varias) indicando en orden correcto para que la estampa alcance el colorido perfecto.

En los inicios las estampas fueron coloreadas a mano. No es hasta el siglo XVI que se empieza a dar color a través de la superposición de matrices estampadas por separado. Llegados a esta etapa se debe aclarar que este momento es el más importante pues depende de la labor del estampador que la pieza sea un éxito o un fracaso.

Este trabajo se realizaba en una pequeña mesa de madera conocida como suridai que le facilitaba la aplicación de colores con mayor uniformidad y fuerza con el uso del baren. La estampación manual resalta las características del relieve. Si el papel no es lo suficientemente resistente se protege con otro papel fino o cartulina para que soporte la acción de frotarlo repetidas veces.

El taco es fijado a la mesa o marco de registro para evitar que se mueva en medio del proceso, los japoneses solían cubrir la matriz con una tela húmeda. A continuación, se aplican los colores siguiendo las marcas del registro Kento en caso de necesitar varios. La presión se ejerce con el baren desde el centro hacia el exterior con movimientos cortos, suaves y constantes, aunque se puede variar la presión para lograr distinciones en la tonalidad. Al concluir esta tarea se retira el papel y se limpia el taco.

En el caso de la impresión multicolor se necesita una matriz para el dibujo y otra distinta para cada color que se debe imprimir. Las marcas del Registro Kento son transferidas desde la matriz principal a los demás a partir de pruebas, el taco se prepara lijando los bordes y tiñéndolo con tinta de madera para proveer un mejor contraste. Luego el grabador talla los espacios que quedarán en blanco y se entinta el taco. Por último, el estampador realiza las impresiones encargadas.

Hishikawa Moronobu (1618 o 1625–1694) fue de los primeros ilustradores en emplear el color y trabajar en láminas sueltas (ichimai-e). Por otro lado, tenemos a Suzuki Harunobu (1725–1770), considerado el primer artista en utilizar el nishiki-e, su obra se caracteriza por el dibujo de diagonales para concederle profundidad a la pieza y un colorido mesurado.

Algunas de las técnicas innovadoras son los siguientes efectos de talla: el Itabokashi, efecto de degradación del color que se obtiene mediante el desgaste de las áreas talladas; el sabitsuke refuerza la línea del pincel y el Koshime resalta un patrón a modo de red.

Los efectos de impresión que más llamaron la atención fueron: el Karazuri, a partir del cual se logra tridimensionalidad cuando el dibujo se imprime en hueco; por otro lado, el Bokashi consiste en frotar con una tela húmeda el espacio del color que será gradado y luego se aplica el pigmento con el pincel humedecido en un extremo y se frota de una dirección a otra. Una variación de esta técnica es el Ichimonjibokashi, pues es una gradación dirigida en línea recta y se puede apreciar en obras de Katsushika Hokusai y Utagawa Hiroshige en las zonas que ocupan el cielo y el mar.

El ukiyo-e es un arte que ha sorprendido a todo el mundo por su elegancia y precisión dignas de expertos en cada una de las áreas de trabajo que comprende, desde el dibujante, el grabador hasta el estampador. Ha sido un arduo ejemplo del significado de colaboración y trabajo en equipo que ha ido evolucionando con el paso del tiempo y ha proporcionado diversas temáticas, estilos y procedimientos que en la actualidad cautivan a un público de todas las edades.

Bibliografía

Cabañas Moreno, Pilar. Marco histórico, origen, desarrollo y significado de la xilografía japonesa, en: Hanga, Imágenes del mundo flotante. Xilografía japonesa del Museo Nacional de

Artes Decorativas. Madrid, Ministerio de Educación y Cultura, Fundación Japón, 1999. Págs. 15–28.

Harris, Freaderick. Ukiyo-e, The art of the Japanese Print. Tutle Publishing, Vermont, Estados Unidos, 2010.

Koyama-Richard, Brigitte. ¿Cómo se elabora una xilografía ukiyo-e? (21.02.2014), en https://www.nippon.com/es/views/b02306/ (consultada el 14 de mayo de 2021 a las 6:54 pm) Otras fuentes:

Xilografía japonesa: ukiyo-e III. Proceso de realización, en http://revistacultural.ecosdeasia.com/xilografia-japonesa-ukiyo-e-ii-proceso-de-realizacion/ (visitada el 26 de abril de 2021 a las 2:30 am)

Xilografía japonesa: ukiyo-e II. Materiales, en http://revistacultural.ecosdeasia.com/xilografia-japonesa-ukiyo-e-ii-materiales/ (consultada el 26 de abril de 2021 a las 3:03 am)

Hokusai’s prints — as you’ve never seen them before, en https://www.christies.com/features/Step-inside-Hokusais-ukiyo-e-prints-9118-3.aspx (visitada el 20 de mayo de 2021 a la 1:12 pm)

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