Cambiar el pasado
Por: Axel Lázaro Martínez Lago
(…) comprenderéis que la lealtad que yo propugnaba era la lealtad al país propio, no a sus instituciones; ni a los que detentan el poder. Lo real y auténtico es el país; el país es lo esencial, lo eterno; de quien hay que cuidar, por el que hay que velar, a quien hay que guardad lealtad es al país, las instituciones son cosa postiza, son simplemente sus vestidos (…). Ser leal a los harapos, gritar en favor de los harapos, reverenciar a los harapos, morir por los harapos, es una realidad carente de razón (…).
Así describía en la famosa novela Un yanqui de Connecticut en la corte del Rey Arturo Samuel Langhorne Clemens, mejor conocido por su seudónimo Mark Twain, lo que para él era la lealtad hacia la nación.
Mark Twain, considerado por muchos escritores norteamericanos como el padre de la literatura del país, es reconocido principalmente por sus novelas Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn. Twain nació en 1835 en el estado esclavista de Misuri, lo cual explica su dedicación por atacar a la institución sureña en sus obras, a la vez refleja ideas contra la religión, a favor de los derechos civiles, de la emancipación de la mujer y su ideal republicano.
Un yanqui de Connecticut en la corte del Rey Arturo, publicado en 1889, es el fruto de cuatro años de trabajo en donde el autor pone de manifiesto su inconformidad con la realidad de la época. No se debe olvidar que en estos años Estados Unidos entraba en una época conocida como The Gilded Age[1], momento en el cual reinaba el clientelismo control político recaía en manos de caciques locales y estaduales.
En esta obra fantástica y satírica, Mark Twain critica la situación imperante a través de ideas contra las viejas instituciones, el Antiguo Régimen y en cierta medida alaba al capitalismo cuando acusa el rumbo que iba tomando. Es en la personificación de Hank Morgan, protagonista de la novela, que se narran los acontecimientos; sucedidos a causa de un golpe en la cabeza que lo transporta hacia el siglo VI en la Inglaterra legendaria del Rey Arturo.
Por diversos sucesos, Morgan es condenado a morir en la hoguera. Se salva valiéndose de sus conocimientos al predecir un eclipse que ocasiona el asombro de toda la corte del Rey Arturo. A raíz del hecho, se le considera un gran hechicero y gana simpatías entre los habitantes de Inglaterra, pero la envidia del “mago” Merlín. Hank, conocedor de las tecnologías de su tiempo, comienza a introducir algunas de ellas cuidándose de la Iglesia, la cual critica a lo largo de la novela como una institución que frena las ideas.
Como es característico en las obras de Twain, el humor se impone. Un pasaje interesante de la novela es ver a los caballeros de la mesa redonda vestidos de armaduras con pancartas de propaganda, sombrero de copa y montados en bicicletas. También se ve el intento constante por derribar un régimen caduco y por incitar a la población a alzarse siempre que no estuviera de acuerdo con sus gobernantes. Elemento relacionado con los sucesos de finales del siglo XIX en Estados Unidos.
A través de los pasajes de la obra, el autor intenta desmentir la fantasía de la época. Con los relatos caballerescos hace alusión a cómo son productos del poder imaginativo de las personas y la falta de razonamiento crítico, al tildar a una época de ignorantes y charlatanes. De esta forma, es fácil ver cómo Morgan utiliza la tecnología del siglo XIX en el VI para sobresalir por entre las demás personas y mejorar la vida cotidiana de la nación, lo cual lo lleva a que muchas de las acciones realizadas son consideradas actos mágicos.
Como consecuencia de los cambios introducidos por el protagonista en la nación, con los cuales intentaba modernizar el país, restarle preeminencia a la Iglesia y al Estado feudal, hizo que estas dos instituciones conspiraran contra él para acabar con sus logros. La novela culmina con un final fatídico pues Morgan se ve obligado a destruir sus avances tecnológicos para evitar que la Iglesia se apropiara de ellos. Debido a una enfermedad que le produce la misma sensación del golpe en la cabeza logra volver a su siglo y ciudad, dando por concluido sus aventuras tecno-caballerescas.
Bibliografía:
García Iturbe, Néstor: Estados Unidos de Raíz. Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2007.
Rodríguez Abrahantes, Dagoberto: Historia de los Estados Unidos Tomo II Parte 2. Editorial Félix Varela, La Habana, 2012.
Twain, Mark: Un yanqui de Connecticut en la corte del Rey Arturo. Editorial Gente Nueva, La Habana, 2002.
Zinn, Howard: La otra historia de los Estados Unidos. Siete Cuentos Editorial, Nueva York, 2011.
[1] Término acuñado por Twain para referirse al período histórico 1870–1890, caracterizado por contar con una expansión económica, demográfica e industrial sin precedentes en los anales norteños, pero por contraparte se pone de manifiesto los grandes conflictos sociales y las desigualdades existentes.