Edesio Alejandro: “Yo no tengo miedo al fracaso. NUNCA. Soy de los que piensa que el NO siempre está al lado tuyo y el éxito está por buscarse”
Por: Rafael Alejandro Betancourt
Edesio Alejandro es un hombre que ya no tiene que probarle nada a nadie. Es uno de los músicos más reconocidos de este país y se ha ganado su lugar en el panorama mundial. Ha compuesto bandas sonoras inolvidables que quedarán en la memoria colectiva de la gente, quizá no para siempre porque nada es eterno, pero sí con seguridad van a sobrevivir al creador, que es el sueño de algunos artistas. La trascendencia la tiene asegurada, pero eso para nada significa dejar de hacer. Adicto a reinventarse, en los últimos años se ha introducido en el mundo del cine ya no siendo compositor, sino realizador, y en su tarjeta personal pone: “EDESIO ALEJANDRO Filmmaker y Productor Musical”, lo que podría presuponer que le otorga una gran importancia a esta faceta.
Ahora está estrenando MAMBO MAN en Cuba, después de presentarla con éxito en casi todo el mundo, una película codirigida junto con el productor anglo-iraní Mo Fini. Relata la historia de un granjero y padre de familia que aspira a triunfar como productor musical. Con Mambo Man, Edesio Alejandro explora los sacrificios personales que puede suponer la búsqueda del éxito y la importancia de la familia a la vez que hace una radiografía a la identidad del oriente cubano a partir de la música tradicional a la que él le “debe todo”.
Mambo Man va a estar en la Edición 42 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, pero no en selección oficial ¿cómo te lo tomas?
No sé las razones y no parece muy lógico tampoco que después de tener tanto reconocimiento la película en el mundo no sea seleccionada para el Festival, pero cada cual sabe lo suyo. No me lo tomo realmente de ninguna manera, me parece que cada cual tiene derecho a escoger lo que quiere para su festival, creo que en eso radica la libertad del mundo, a lo mejor la película no cumple los parámetros que piden …
¿Qué significa eso?
El Festival de Cine de la Habana es un festival de una temática distinta a la de Mambo Man, es una película simple, sin alto vuelo estético, de la gente y la vida simples donde la música es parte de la historia.
¿En qué sentido y de qué forma?
Es parte de la trama, un musical de nuevo tipo, por llamarlo de alguna manera, no se habla cantando pero la música ocupa un gran porciento. Por ejemplo, más allá de escoger una canción que tuviera que ver con lo que está pasando, hay una escena en la que el protagonista prende la radio y el locutor dice: “estamos en directo desde la Casa de la Trova de Santiago de Cuba transmitiendo en vivo en concierto de Alejandro Almenares y Eliades Ochoa, disfrútenlo”. Van por la carretera escuchando y el carro parquea frente a la Casa de la Trova y cuando él sale del carro se escucha esa misma música a lo lejos y mientras van caminando se encuentran con una señora que en su radio también escucha lo mismo, esa es la utilización de la música justificada dramatúrgicamente.
Yo nunca haría la música antes de filmar, porque hasta que no tienes el ritmo y la visualidad completa no puedes hacerla, a menos que sea un musical con coreografía y esas cosas, mi sueño siempre fue hacer la música y que el editor trabajara conmigo y me ayudara a que la música tuviera algunos cortes en determinados tiempos.
¿Por eso también editaste la película tú?
Yo llevo 38 años escribiendo música de cine y siempre lo hago para una película terminada en la que el director no va ir para atrás. A veces le pido al editor que corte conmigo por el tiempo de la música y él dice: “olvídate de eso que ya está cortado”. Editar es fácil, o bueno, NO es fácil, me refiero a que la parte técnica no es compleja: aprender a usar el programa. Lo difícil es saber dónde dar el corte, cómo lo vas a dar, por qué, pero después de tantos años trabajado con buenos editores al final vas aprendiendo.
Justo cuando empezamos a hablar de lo simple y lo complicado de hacer una película, suena su celular. Pide disculpas y contesta (el móvil en altavoz). Habla por unos minutos y cuando cuelga se levanta y va en busca de la familia, se escuchan besos, abrazos y felicitaciones. Le acababan de comunicar que le habían entregado el Premio Nacional de Música. “Ese es el más grande”, le diría después a un amigo que también llamó para felicitarlo. Cinco minutos después retomamos la conversación…
El guion lo escribió Mo Fini en inglés y a ti te tocó llevarlo al español, ¿qué aportaste a la historia en ese proceso?
Mo Fini es un tipo que lleva casi treinta años viniendo a Cuba así que es casi tan cubano como nosotros, pero de todas formas hubo que cubanizar la película y una traducción por más cercana al guion original, siempre termina por ser una adaptación.
¿Cómo fue trabajar con un codirector? ¿Qué hacía cada uno?
Él (Mo Fini) se ocupaba del montaje del set, llegaba dos horas antes que yo para preparar lo que se iba a ver. Entonces me encargaba de la dirección de actores.
Woody Allen dice que no habla demasiado con los actores, sino que contrata a los mejores y les deja hacer su trabajo…
Exactamente. Esa es la manera que a mí me gusta. Yo busco a un actor que se parezca físicamente a como veo el personaje y sepa hacerlo, me siento con él y le explico qué es lo que quiero y entonces él es quien construye su personaje. Llegamos al set, montamos la escena y yo hago lo que se llama un “Ensayo a la italiana”, es decir, leer el texto prácticamente. No me gusta tanto que se lo aprendan, prefiero que conozcan de qué va la escena, que lo digan con sus palabras para que sea creíble y no se vea como algo montado.
¿Por qué Héctor Noas como protagonista?
Hay actores como Robert De Niro, tú siempre lo ves en todos los personajes que hace. Sin embargo, existen otros como Dustin Hoffman que se transforman completamente, que se ponen en la piel de los personajes; no digo que uno sea mejor que el otro, pero a mí me gustan más los actores del segundo tipo, y mi Dustin Hoffman es Héctor Noas. Desde el principio sabía que era mi protagonista. El primer día que íbamos a rodar con él, lo vimos salir de la habitación ya caminando como JC, dijimos: “Coño, salió transformado”. Él entendió perfectamente el personaje, le aporto el carisma, un tipo que desde que lo vez te gusta.
Y el resto del reparto…
Varios son actores de aquí de La Habana, entre ellos Alejandro Palomino que hace del clásico personaje del escudero. Lo escogimos por su carisma y aunque es un papel secundario está todo el tiempo en pantalla; incluso les dieron a ellos dos un premio como mejor dúo.
El resto de los actores los fuimos a buscar al propio Bayamo, todos actores profesionales muy buenos. En la película también mi mujer (Idolka de Erbiti) hace un personaje importante, yo no fui el que la escogió, sino Mo Fini. Ella le ha estado dando vueltas al cine muchos años, incluso una vez estuvo pujando para hacer un papel con Al Pacino, una versión de Carmen, pero a causa del bloqueo decidieron no filmar con gente cubana.
Me gusta mucho trabajar con la familia, pero en algo tan riesgoso como una película y ella no siendo actriz me dio miedo, pero decidimos que sí lo hiciera e hizo muy bien su trabajo.
Contrario a lo que pueden pensar muchos, Mambo Man no es la primera película de ficción que dirige Edesio, ahora mismo tiene en posproducción una que filmó hace varios años con su hijo (Christian Alejandro) de protagonista y que no ha podido salir por los costos de esta etapa final. También hizo una película de terror, que todavía no está terminada y para la que se fue a filmar a Remedios en lo fue una especie de rodaje maldito del que no quiere dar muchos detalles. Tiene escrito el guion de una especie de Ópera Rock de Vampiros que intenta sacar adelante y además está preparando “CESPEDES”, un biopic sobre el padre de la Patria cubano también con Héctor Noas como protagonista y para la que ya encontró una productora interesada.
Para un hombre tan exitoso en su carrera como músico, ¿cómo es probarse en algo nuevo? ¿No tienes miedo a fracasar? Además, siendo tan conocido, lo que puede significar un fracaso más visible.
Yo no tengo miedo al fracaso. NUNCA. Soy de los que piensa que el NO siempre está al lado tuyo y el éxito está por buscarse. A pesar de tener 62 años soy inquieto y trato de reinventarme. Ustedes conocen mi última época, pero desde niño yo hago música. Primero tuve una banda de rock. Después me inventé otra cosa y en varias oportunidades cambié la música que hacía y la imagen que tenía porque sentía que ya estaba agotado lo que había hecho y necesitaba algo nuevo. También, no te puedo negar que me siento con confianza porque la gente que lleva 40 años siguiéndome me ha aplaudido, he tenido momentos difíciles, de no saber cómo seguir, pero nunca miedo al fracaso.
¿Y por qué viene el cine?
En un momento crítico de mi vida, donde toqué fondo, me reencontré cuando decidí mezclarme con el son, las congas, la rumba y son estos últimos veintitantos años que ustedes conocen de mi carrera como cantante, una mezcla extrañísima donde también está la música del mundo, hip-hop, rock. Cuando encontré esta manera de hacer se me abrieron las puertas del mundo. Y yo dije: “voy a pagarle a esta música de puro pueblo el darme la posibilidad de triunfar”. Entonces me fui a hacer un documental sobre el son cubano, otro sobre la historia de las congas, me envicié con eso de alguna forma.
¿Qué te parece el cine que están haciendo ahora en Cuba?
Me parece que en los últimos años se hace un cine muy marcado en nuestros propios problemas. No estoy en contra, es una mirada necesaria, pero yo vengo del arte del puro entretenimiento, es al menos lo que yo hago. He hecho música para que la gente baile, haga el amor, se tome un trago de ron. Desde joven aprendí que la vida es dura, jodida, difícil y tiene que haber gente como yo que haga que los demás se diviertan, que no piensen en sus propios problemas. Y sí se ha hecho mucho cine en Cuba de las calles rotas, los problemas y la jodienda que es la vida.
¿Cómo se inserta Mambo Man en ese panorama?
Es una película para entretenerse, aunque no es una comedia. Yo quiero que la gente cuando vaya a verla salga con la sensación de que pasó un día feliz, como si hubiese dado un paseo a un lugar donde quería ir. Mambo Man es un filme ligero, para que todos lo disfruten, vean paisajes lindos y escuchen música bonita, que tiene entonces como pretexto esta historia que cuenta la vida de un pequeño empresario de provincia que está buscando el gran éxito y que en el camino arriesga todo en su vida, no se da cuenta de que el éxito lo tiene a su lado.
¿Cómo defines el éxito? ¿Cuál crees que fue la clave del tuyo?
Creo que en la familia está el mayor éxito que pueda tener una persona. Nosotros organizamos nuestro núcleo familiar de esta forma:
Vamos a ver quién es la persona con mayor posibilidad de tener éxito (profesional) y ponernos en función de ella. Por ejemplo, mi mujer era en los 80 una de las modelos más top de Cuba, al comienzo de nuestra relación ella llevaba a la familia y pudo ser una de las modelos más top del MUNDO, pero después se enfermó y decidimos que había que apoyarme entonces a mí y pusimos toda la economía de la familia en función de eso. Ahora mi hijo (Christian Alejandro) ha crecido y es el sustituto mío. Antes la pirámide estaba para apoyarme, y ahora yo estoy abajo, apoyando la carrera de mi hijo.
¿Y el talento? ¿La suerte?
El éxito no solo está por el talento o por las oportunidades. Hay mucha gente pidiéndole a dios y a mí me ha mirado bastantes veces. Todos los días me paro y doy gracias por eso, también está la suerte sí, pero la suerte se hace con el bate en la mano. Desde que soy niño estoy jugando a la pelota y le tiro a todas las bolas que me pasan por al lado, unas veces haces un hit, otras te ponchas y otras veces das jonrón, yo miro y me digo que he dado bastantes jonrones y creo que sí , son productos del destino , de cómo dios ha labrado mi vida , pero también de cómo hemos llevado la familia.