El teatro muerto en Holguín
Por: Anyi Romera
Desde hace algunos años, los holguineros que gustamos del teatro hemos venido notando la poca presencia de teatro dramático en la ciudad. Los espectáculos que se le ofrecen al público no van más allá del Teatro Lírico y obras para niños. Pero, ¿qué es teatro dramático?
Si menciono tragedia, comedia o melodrama, seguramente te recordará alguna puesta en escena que has visto. Estas manifestaciones, que no son ni teatro para niños, ni musical ni danza, pertenecen al Género Dramático. En este, un texto es llevado a escena y se representa frente a un público, con actores que desarrollan la trama mediante diálogos y acciones.
¿Podemos decir que existe en Holguín teatro dramático? Fuera de eventos como el Festival de Teatro Joven, el Festival del Humor Satiricón o las Romerías de Mayo no se ven puestas ajenas al Teatro Lírico, la Compañía Infantil Alas Buenas o Codanza sobre las tablas del Teatro Eddy Suñol.
Según datos oficiales del propio Complejo Cultural Eddy Suñol, en 2019 se realizaron más de 200 presentaciones en el Suñol. De ellas 42 fueron del género dramático. Esto resulta desalentador si lo comparamos con las cifras de 2021, cuando se realizaron 36 presentaciones en total, y solo 3 eran dramáticas.
Y no es que en Holguín no exista una tradición teatral, ni mucho menos que al público le disguste. Durante diferentes etapas tuvo la ciudad grupos dramáticos que, a pesar de no existir simultáneamente, crearon una trayectoria teatral propiamente holguinera. Primeramente, el Teatro Lírico tenía un apéndice dramático. Luego Teatro Duende, el Dramático de Holguín. Finalmente, Trébol Teatro, que se mantuvo activo hasta 2019.
También se contaba con el trabajo de grupos de aficionados y universitarios. Todos estos movimientos se desatendieron y se perdió la cantera de teatro profesional. Como consecuencia, hoy Holguín no tiene ningún grupo de teatro dramático, y los grupos con los que cuenta la provincia no incursionan en el género.
Actualmente, tanto el Complejo Cultural Eddy Suñol, como el Consejo Provincial de las Artes Escénicas no centran su atención en esta problemática. Yanisleydis Hernández, Jefa del Departamento de Proyectos Artísticos, comenta que cualquier posibilidad de que surjan nuevos grupos defensores del género “está en niños y jóvenes egresados de escuelas de arte”; para ello han impartido “talleres y conversatorios con niños y adolescentes para formarlos y que en un futuro creen esa compañía dramática que queremos”. En otras palabras, depositan toda la confianza y la esperanza en una generación que apenas puede ir al teatro. Los talleres, aunque influyen mucho para la cultura y la formación teórica de los teatristas, no sentan un referente teatral que le permita a esa generación inspirarse ni tomar modelos estéticos para una posterior producción escénica.
Yo quiero creer que aún no ha llegado la última función, que el telón no bajará, que las pasiones superarán las trabas y que volverán teatristas y público a llenar el Suñol, a darle vida y aplausos.