Ensemble Interactivo de La Habana: “la improvisación es nosotros” (Parte 2)

La Jeringa
8 min readNov 18, 2020

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Por: Mirian Delgado Díaz

El año pasado, gracias a la beca de creación El reino de este mundo que otorga la Asociación Hermanos Saíz (AHS), se materializó Caracol Nocturno, audiovisual realizado por Víctor Fabián Vinuesa (Vitiko). Sobre el mismo, Pepe, expresaste: ¨Este proyecto (…) es con poesía de Lezama (…) Son tres momentos como tres movimientos, con fragmentos de poemas antológicos de Lezama¨.

Cuéntame un poco acerca de esto. ¿Por qué José Lezama Lima? ¿Cómo se sintieron al hacer este homenaje al poeta de Enemigo rumor y al tener como locación la casa donde vivió?

Pepe: Caracol Nocturno es el hijo de Yasel, es decir, una idea que germinó él en colaboración con Alex Diego Gil, actor que colaboró con nosotros en el Ensemble para esa obra. Ellos dos son asiduos lectores, amantes de Lezama. Yasel tenía esta idea desde hace rato y un día dijimos: ¨Vamos a hacer esto¨

Estoy seguro de que para todo el mundo Caracol Nocturno ha sido — no hablo solo del audiovisual, sino también del haberlo creado- la cumbre del Ensemble en plan musical porque logramos balancear, componer una obra basada en improvisaciones -lo cual ha sido siempre el objetivo del EIH- tratar de componer lo que improvisamos y de estar muy conscientes del proceso de composición no solamente en plan vertical, sino horizontal, todo lo que está pasando cómo darle un sentido en vivo, creándolo en vivo, improvisándolo en vivo. Y Caracol Nocturno resume todo ese camino, musicalmente.

En plan de experiencia colectiva, es una obra muy fuerte donde te impactas por la poesía de Lezama y aún más porque estás musicalmente imbricado en palabras y las palabras son música y la música son palabras. Es decir, las fronteras ahí se empiezan a desdibujar.

Recuerdo que el día del audiovisual fue muy estresante porque tuvimos que producir todo: los instrumentos, cámaras y los camarógrafos; el transporte, que se rompió llevando a Vitiko para su casa después. Fue un día muy estresante, pero bueno por suerte. Además, nos demoramos un año en sacar el video ya que Frank Velázquez-el editor- no tenía tiempo, pero quisimos esperar para que lo editara, pues fue quien comprendió de verdad lo que teníamos que decir.

El video como tal es una joya audiovisual porque Vitiko es uno más del Ensemble, es un loco más y entiende cómo capturar visualmente el espíritu del grupo.

Quisimos hacerlo ahí porque es la casa de Lezama: teníamos los libros, su cuarto, todo. Estábamos rodeados de su presencia y entonces, en ese sentido sí, es mucho más poderoso. Aunque nos habría gustado tener más calma, más silencio.

Para mí, cuando lo hicimos en Bellas Artes[1] fue súper emocional. Lloré cuando terminamos, abrazándonos todos, con los aplausos y todo porque Caracol Nocturno es también el derroche de energía y cuando tú tienes algo, cuando tú improvisas e improvisas todo el tiempo, pero tienes una cosa que sabes cómo va a ser y aún así le sacas más potencial cada vez, eso te emociona más y ese es Caracol Nocturno. Cada vez que lo hacemos, lo reorquestamos, lo mejoramos, lo pulimos, descubrimos cosas nuevas. Ese es el poder de Caracol Nocturno.

Ustedes han mencionado en varias ocasiones la palabra improvisación. ¿Cuán importante es para ustedes?

Pepe: La improvisación no es importante para nosotros, LA IMPROVISACIÓN ES NOSOTROS. Hay una diferencia porque yo puedo decir que para mí es importante tener mi espacio personal, eso es importante, pero mi espacio personal no soy yo. Para nosotros, el Ensemble es improvisación, experimentación, interdisciplinaridad y creación colectiva. No es que sean cosas importantes, es que, si quitas una, no somos nada. Si nosotros no improvisamos, no podemos canalizar nuestra energía; si no lo hacemos de manera colectiva, no sirve; si no lo hacemos experimentando, o sea, estando totalmente libres y desprejuiciados al sonido y al resultado; y si no lo hacemos combinando, rompiendo la frontera estúpida, porque la música no es música sola, la música es todo: es un acto escenográfico en sí misma.

Si nosotros no hacemos esas tres cosas, rompiendo la barrera de la disciplina musical y la llamada disciplina, por eso es interdisciplinario, porque el performance es ir más allá del simple acto de interpretar música de manera convencional, es ligarla con teatralidad, con gestualidad, con otros tipos de arte como con Caracol… que lo hacemos con poesía, con teatro; nosotros hacemos nuestros performances con danza como en el Día de los Muertos el año pasado. Para nosotros es la cosa más natural del mundo, hacer una música con danza o con teatro o pintura o hacer un audiovisual con música porque si hay una era de la interdisciplinaridad es ahora, donde todo está conectado.

El Ensemble Interactivo de la Habana ha contado con el apoyo de variados espacios e instituciones. ¿Cuáles no podrían dejar de mencionar?

Nosotros estamos profundamente agradecidos a ciertos lugares e instituciones que nos han apoyado ciegamente: la UNEAC, la AHS y Casa de las Américas. Esas tres instituciones nos han dado espacios ciegamente. Por otro lado, lugares como la Fundación Ludwig, La Casa de la Bombilla Verde, Bellas Artes, La Fábrica[2], y otros también, nos han abierto las puertas.

En Bellas Artes, la figura de Eugenio Chávez -indiscutible protector del Ensemble- ha sido fundamental. Él, además, nos ha brindado Espacios Creativos en La Habana Vieja.

La Ludwig ha sido la última de esos lugares que nos han ayudado y estamos súper agradecidos. Allí nos dieron un voto de confianza; se enamoraron del trabajo que hacemos. Es un espacio que siempre está proponiendo arte contemporáneo, alternativo, experimental. Entonces ahí, igualmente caímos como anillo al dedo.

Ensemble Interactivo de la Habana en Espacios Creativos, La Habana Vieja.

¿Cómo han logrado encontrarse en esta familia eichiana, a pesar de que cada uno tiene una carrera consolidada?

Con muchísimo trabajo porque cada cual hace un millón de cosas. Es muy difícil encontrar tiempo real, por eso nosotros cuando sea que lo tenemos, lo aprovechamos.

Es muy importante sentarnos en el balcón de mi apartamento y dar chucho, tomar café y hablar. Si no hacemos eso, no funciona la música. Es difícil por nuestros horarios, por nuestros trabajos, pero lo que nos une es el amor por la música. Nosotros no cobramos por esto que hacemos, somos un grupo de personas que creen en lo que hacen y aman lo que hacen.

Fuera del EIH, todo lo que hacemos nos encanta. De hecho, una gran parte por la cual podemos llegar aquí (EIH), funcionar y decir tantas cosas es porque nosotros estamos súper felices con nuestras vidas, con nuestras profesiones. El Ensemble es otra montaña de felicidad en nuestra cordillera de vida. Somos muy afortunados porque lo que hacemos lo amamos.

¿Ha sido fructífera esta etapa de distanciamiento en cuanto a creación eichiana?

Para nada, porque nosotros no funcionamos separados. Ni siquiera lo intentamos, lo hablamos y no funcionó. La energía tiene que estar presencial, como no hay partitura, no hay música que se monta de esa manera, como hay una interacción real y hay una reacción a lo que pasa en el momento, no funciona así.

Algún proyecto cocinándose que me puedas adelantar…

Este mes tenemos cuatro presentaciones. Celebramos nuestro sexto aniversario. Tenemos una obra que vamos a interpretar dentro de un concierto de música joven que es una jornada de conciertos sustituyendo lo que hubiese sido el Festival de Música Contemporánea de La Habana. El 21 de noviembre estaremos en Espacios Creativos con un SOUNDFARM donde voy a dirigir y el 28 en la Ludwig tendrá lugar un concierto que será único porque vamos a tocar música casi exclusivamente con cosas que no son instrumentos musicales, con objetos; es un reto.

Proyectos grandes futuros, a mí me encantaría hacer Caracol Nocturno en vivo de nuevo en algún lugar, el año que viene. Queremos hacer una ópera. Queremos repetir Circus, distinto, con otros aires.

Siempre tratamos de que cada uno de los miembros del grupo sea no solo un intérprete, un improvisador, sino un productor de un proyecto para el Ensemble. Mariana cocina muchas cosas con Akokán[3] en Los Pocitos. Santiago y Luna con teatro. Siempre estamos creando cosas.

¿Cómo ves el futuro del Ensemble?

A mí no me gusta pensar en el futuro, porque me gusta vivir el momento con el Ensemble. Ernesto se fue porque cada cual llega a un momento en el que tiene que tomar decisiones personales en su vida y hacer lo mejor para sí; es una cosa totalmente entendible. Sé que más pronto que tarde el Ensemble dejará de existir porque todo lo que empieza termina. Cuando yo digo dejar de existir, me refiero a que los lazos que nosotros hemos creado, las conexiones que nosotros hemos creado aquí, la hermandad, la familia, no hay distancia ni tiempo, que pueda realmente romper eso. No vamos a dejar de ser el Ensemble.

Lamentablemente el producto del Ensemble puede dejar de existir de cierta manera, pero eso es algo hipotético. Por eso te digo que no me gusta pensar en eso porque hay posibilidades. No quiero pensar ni cuándo ni cómo, es simplemente aprovechar el presente. Nosotros hemos sufrido en estos ocho meses porque no hemos hecho nada. Hay grupos que se han mantenido súper activos, grabando videos, haciendo cosas; nosotros no, porque dependemos de nosotros mismos juntos y de la gente.

Por último, ¿qué representa La Habana para ustedes?

La Habana es el lugar donde hemos coincidido. Por eso llevamos el nombre de La Habana, pese a que la mayoría no somos de la capital. Es nuestra casa, donde los destinos de todos nosotros se cruzaron, y pudo empezar esto.

[1] Museo Nacional de Bellas Artes

[2] Fábrica de Arte Cubano (FAC)

[3] Proyecto Comunitario Akokán, surgido en el barrio Los Pocitos, municipio Marianao, La Habana. Tiene como misión facilitar procesos que tributen al desarrollo pleno y óptimo de la comunidad.

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