Nelson Villalobos: “Grupo Ruptura, poesía y otros tópicos”
Por: Ronaldo Hinojosa Valdés
La prolífica e impactante obra de Nelson Villalobos es objeto de interés para el público amante del arte en la Isla. La reinserción de este artista en el panorama artístico cubano, desde el año 2016, ha permitido el acercamiento a sus creaciones mediante distintas muestras expositivas. Como parte de su reciente exposición Eureka, inaugurada el pasado 5 de septiembre en la Galería Acacia, en La Habana, se llevó a cabo una entrevista para adentrarnos en su universo creativo y desentrañar los preceptos de su arte. El leitmotiv de Eureka, el Grupo Ruptura, la poesía y las figuras de Pablo Picasso y Wifredo Lam son algunos de los tópicos abordados, que esperamos sea de beneplácito para el receptor inquieto y siempre sabio de nuestro público cubano.
¿El hallazgo creativo inconsciente de Eureka tiene alguna relación con el regreso nuevamente a Cuba?
Voy a contestar en plural como el Grupo Ruptura constituido por Nelson, Villa, Ferrer y Lobos.
Carl Gustav Jung dijo: “quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia dentro, despierta”. Nosotros siempre hemos mirado hacia adentro, hacia el centro de la Isla rodeada de agua, porque somos semilla de una mamá que nos ocultó en la tierra de la universalidad de la cultura; que nos regó con el agua de la búsqueda de nuestros orígenes y nos iluminó con la luz de la insularidad. Eureka es un gran reencuentro con nuestra madre y el espacio de la Galería Acacia, que para nuestra generación fue un referente influyente y valioso. Nos permitió a nuestros 67 años decir: ¡Eureka!, y por primera vez los cuatro paneles de “El Jardín de Mamá” dialogando juntos, frente a frente en el cuadrado de la sala, y nos dijimos en voz alta: ¡Eureka!
Con José Lezama Lima decimos: “siente el artista su ciudad, su contorno, la historia de sus casas, sus chismes, las familias en sus uniones de sangre, sus emigraciones, los secretos que se inician, las leyendas que se van extinguiendo por el cansancio de sus fantasmas… Y porque ya que nacer es aquí una fiesta innombrable”.
Has mencionado en más de una ocasión que te autoconsideras un grupo denominado Ruptura, compuesto por Nelson, Villa, Ferrer y Lobos. ¿Cómo ha influido cada uno de estos compuestos en tu creación, en especial, en tu producción de obras en serie?
Un poco de historia: El Grupo Ruptura nació en La Habana en 1990, a favor de la buena pintura, el buen gusto y sobre todo por el mestizaje amoroso y el constante movimiento. En el catálogo de aquella ocasión Ángel Escobar anotó: “Uno, un grupo, uno… Los unos son su sello, los que están expuestos, nunca consiguen ser lo que son, ni para el nombre. Nadie es el que manda. Todos están aquí, su angustia, su contento, la realidad y su doble, la irrealidad y su caja de figuras… El estilo de no tener estilo… Sus modos son las citas, la referencia última sin dueño”. El Grupo desde entonces lo constituyen: Nelson, Villa, Ferrer y Lobos.
En el Manifiesto ll Ruptura acuerda:
El Villalobismo como su razón de ser. Por Villalobismo entendemos la hegemonía del fragmento en la sensibilidad. Es el espíritu de villalobizar la confusión, el desasosiego, las combinatorias de formas, temas, técnicas, expresiones, ismos, culturas y conceptos. El Villalobismo es lo impredecible. Es asumir un bombardeo de imágenes. Es un modo de pensar y hacer pensar en cada serie. Es una actividad de rito y excitación que busca, encuentra y se apropia. Cada muestra es otra de nuestras maneras sin remordimientos. La historia como parte de la memoria y la espontaneidad del Grupo. Las formas van dictándole el significado de las obras. Hemos elegido lo que le ha sido dado y aceptado la transculturación como padecimiento espléndido.
De Herencia tenemos — por suerte — a Cuba, país de “arabescos entremezclados”, “signos solares”, “barroquismo acumulado”, “remozada factura” y “empastado de herrumbres”. Isla mestiza, y como todo mestizaje por proceso de simbiosis, acción y mezcla, engendró y engendra el barroquismo cubano que no es otra cosa que acumulación, colección, multiplicación de estilos y una constante resemantización rizomática.
Ruptura es la totalidad de nuestros fragmentos cuánticos, pues partimos de lo más pequeño para configurar el Villalobismo, que no es más que la resemantización del revelado mundo en fuga.
En momentos anteriores declaraste que tu filósofo por excelencia es Gilles Deleuze y su concepto de rizoma. ¿Qué relación tiene su filosofía con tus creaciones??
Gilles Deleuze y su concepto rizomático es como la base filosófica de Ruptura. El rizoma es el anillo conceptual del Villalobismo.
Carl Gustav Jung afirmaba que: “el criterio para que una obra sea arte es que logre atraparte”. ¿En qué valores plásticos te basas para que tus piezas atrapen al espectador?
Una obra de arte verdadera es un misterio permanente. Es un organismo vivo que se activa con cada espectador que la observa. La obra es un ideoma dinámico, una comprensión de un pensamiento de la mente emisora. La obra atraviesa la realidad en forma de fragmentos codificados y embalados para que pueda alcanzar la mente receptora de arte. Es esa mente — en su justa medida — la que tiene que descomprimir el código consumando así el acto artístico. En nuestro caso depende de lo que se exponga, pero en pintura nos preocupa reflejar la luz por el color. Queremos expresar con líneas, colores, puntos, manchas, composiciones, los vacíos, las relaciones ocultas en la obras, el ritmo, etc, para dar armonía, calma, calidad, flexibilidad y profundidad.
¿Crees que todo artista debe beber de la poesía para desarrollar su intensidad y emociones internas?
No lo sabemos, pero en nuestro caso la poesía, el poeta y el poema siempre acompañan al Villalobismo. Es la poesía la que nos descubre misterios y reflejos ocultos. La poesía nos permite ser singularmente sensible a los acontecimientos, a las cosas, al canto coral que participa, mira, conversa en la intercomunicación de la sustancia.
La poesía es nuestro credo. Nos imaginamos siempre en lo mismo, nos imaginamos la felicidad en la amistad y el amor, y en el estudio y el trabajo como un demonio poético. Ahora, la felicidad en el ocio y sin poesía no la imaginamos.
Es bien conocida por todos la relación que existió entre Wifredo Lam y Pablo Picasso. ¿Qué han representado para ti estas dos figuras?
Picasso, para nosotros es la naturaleza desnuda entre los hombres vestidos.
Lam, el más universal de los pintores cubanos. Ser su amigo fue un reto para el Grupo Ruptura, pues tomamos conciencia de que los grandes artistas son sencillos, humildes e inocentes como un niño.
¿Qué recomendación dejas para los artistas cubanos que están iniciando su decursar en el Arte?
Las recomendaciones que podemos dar son: buscar conocimiento y poesía; observar constantemente la naturaleza; ser fiel a su propuesta; no dejar que el mercadillo piense por ellos; tener conciencia de que todo es producto de nuestra mente y nunca se debe salir de su centro.