Habana Espacios Creativos: laboratorio para el crecimiento del arte joven
Entrevista con parte del equipo de trabajo de Habana Espacios Creativos
Por: Carlos Rafael Fuentes Tamayo
Los jóvenes artistas de nuestro país reclaman constantemente la necesidad de disímiles espacios para su creación, así como darse a conocer, en primer lugar, ante el público cubano. A partir de esa carencia es como surgen proyectos culturales capaces de abarcar todas las manifestaciones artísticas.
Habana Espacios Creativos, es un proyecto ubicado en el punto neurálgico del Centro Histórico de La Habana Vieja, calle Teniente Rey y Habana. En él se le brinda oportunidad a los jóvenes artistas, sin una formación estrictamente académica, para que puedan llevar a cabo un arte creativo y enriquecedor en pos de su propio crecimiento profesional y personal, trabajado a partir de diferentes tipos de públicos.
Acercarnos a este nuevo espacio de nuestra cultura se convierte en una necesidad, ya que Habana Espacios Creativos es mucho más que un centro para la formación y promoción de artistas jóvenes con poca visibilidad. En tal sentido, el equipo de La Jeringa conversa con: Malena Roche Parés, directora del centro; Adriana Fernández Castro, una de las especialistas; Gabriela Ruiz Pez, becaria de Artes Visuales.
¿En qué consiste el proyecto Habana Espacios Creativos?
Malena: Habana Espacios Creativos es un proyecto joven, que busca potenciar la creación de artistas noveles, así como las economías creativas. Buscamos ser un espacio de laboratorio para promover la innovación, el emprendimiento, específicamente de jóvenes entre 18 y 35 años de edad.
Surgimos con el marco de un proyecto de cooperación internacional, cuyo interés en Cuba era que se conociera el término de las “fábricas de creación”, de lo que eran las “economías creativas”, siempre con el referente internacional, en específico, el europeo de lo que eran estas fábricas, pero trayéndolo a nuestra sociedad cubana actual. Eso llevó todo un proceso de conceptualización, entendimiento de los actores decisores de la Oficina del Historiador y del territorio, de lo que eran las economías creativas y una fábrica de creación.
Hoy por hoy puedo decir que Habana Espacios Creativos no es solo una fábrica de creación y por eso lo llamamos un espacio de laboratorio: para innovar, crear.
Siempre tratamos de deslindarnos un poco del concepto que se tiene de “fábrica de arte” porque nosotros lo que queremos es que se vea el proceso creativo per sé, es decir, no es un lugar donde se vea la muestra, la obra, o en el cual ya tú estés viendo el espectáculo, sino que es un espacio donde el visitante puede ver a ese becario durante todo su proceso creativo, desde que está en los talleres trabajando en lo que consistirá el concepto de su proyecto, hasta todo el proceso de producción y ,posteriormente, la puesta de la obra.
La formación y promoción de los artistas se realiza a partir de becas para la creación. ¿Cómo tienen concebido el funcionamiento de estas?
Habana Espacios Creativos se puede acceder optando por alguna de las becas de creación, de hecho ya se hizo la primera convocatoria a través de nuestra página oficial de Facebook e Instagram. También, como una acción puntual pueden visitar el centro y presentarnos el proyecto. A partir de ahí nosotros lo vemos y trabajamos en los distintos departamentos que tiene la Oficina del Historiador como: Artes Visuales — Artes Escénicas, a los que se le presenta esa propuesta y allí se decide si sería perfecto para este espacio, porque también buscamos que sea rotatorio, ya que hay muchos proyectos creativos que conllevan tener una sede fija y esa no es nuestra intención. Esto quiere decir que trabajaremos para que la misma dinámica del espacio nos permita la convergencia e interacción en el tiempo de todo tipo de proyectos creativos. No es que este se vaya a convertir en su sitio habitual, sino que tengan posibilidad de presentar todo tipo de proyectos creativos.
Esto también está relacionado a que cuando se hizo todo ese trabajo de conceptualización, se realizó una especie de diagnóstico y estudio en varios encuentros sostenidos con emprendedores del territorio de La Habana Vieja, para ver cuáles eran sus principales demandas. Es así, como se determinó que este era el espacio: uno para crear, exponer, pero al final todo es, el ESPACIO.
La Oficina del Historiador, entre sus objetivos, trabaja todos los grupos sociales, pero un poquito tenía olvidado a los jóvenes, porque le estaba prestando mucha atención a la adolescencia, al adulto mayor, pero un espacio propio para jóvenes lo dejaban un poquito a lo que ellos hicieran.
Entonces fue cuando surgió la idea, precisamente, al ya contar con el lugar nos apegamos al término de fábrica de creación, que partía de reconvertir estos antiguos edificios que eran fábricas, en un centro cultural.
Habana Espacios Creativos es más que un Centro Cultural, debido a que lo complementa la investigación. Acá no solamente se promueve este proyecto creativo, sino a su vez el conocimiento, la multidisciplinariedad de saberes que hay.
Tenemos pensado en este segundo lanzamiento de convocatorias, a medida que vayan culminando estas primeras becas, incluir una beca de investigación, acompañado de estas mismas temáticas de la creación, en las que prevalezcan la creatividad e innovación porque me parece que va muy intrínseco con lo que realmente es nuestro objetivo.
Creo que somos únicos a nivel nacional en este tema, en el asesoramiento y acompañamiento que le queremos dar a ese becario. El interesado presenta su proyecto creativo, empieza a trabajar acá, y en la convocatoria y formulario a llenar, declara un grupo de necesidades no solo de insumos y equipamiento, sino también a nivel de conocimiento que desee que le potencien en el centro para complementar la obra y profesionalmente llegar a ser algo más.
A partir de ese instante está este gestor cultural que se encuentra aquí en el centro quien se encargará de guiar al artista en todo momento. El marco temporal pensado para estas becas puede ser de un mes hasta seis u ochos meses, tiempo límite que hemos dado en esta primera convocatoria, en el cual la Covid también ha propiciado el distanciamiento social.
Hemos querido en un primer lanzamiento de becas, no extenderlas tanto en el tiempo para probarnos, ya que a la vez que los becarios aprenden, nosotros como centro aprendemos con ellos.
¿Cuáles son los requisitos que deben tener en cuenta los jóvenes creadores para poder presentarse a la convocatoria de becas auspiciadas por el proyecto?
Este proyecto está destinado a la creación y desarrollo de iniciativas lideradas por jóvenes entre 18 y 35 años en los distintos ámbitos de las artes, la comunicación y las nuevas tecnologías.
Se podrá acceder mediante una convocatoria para la presentación de proyectos innovadores dentro de las diferentes líneas como:
· Diseño (gráfico, industrial, moda, etc.)
· Música
· Artes Escénicas y Visuales
· Programación (Videojuegos y Animación)
· Gestión Cultural
Ante la carencia de espacios tan integrales y abarcadores como este, ¿cómo asumen la responsabilidad de ser un proyecto tan importante y necesario para la preparación y difusión del arte joven poco reconocido?
Adriana: Habana Espacios Creativos justamente nace de la necesidad de los jóvenes del centro histórico para contar con espacios. Centros para la creación y el desarrollo de iniciativas lideradas por ellos mismos. Pretendemos convertirnos en un espacio de laboratorio para promover el intercambio, el diálogo, la experimentación, elementos claves de la creatividad.
Entre una de las premisas del centro está la relación con la comunidad. ¿Qué actividades llevan a cabo para llevar el arte que forman y promueven a esa sociedad aledaña a Habana Espacios Creativos?
Malena: Para nosotros fue muy importante en el lanzamiento de las convocatorias el trabajo con la comunidad. Es decir, priorizamos aquellos proyectos creativos que tenían muy claro la doble función que van a tener aquí en el centro, no solo en la creación artística, sino también en la relación con la comunidad. Esto nos lo planteamos porque no queremos que sea un artista muy bueno, carente de la comunicación de su arte con el público que venga a visitarlo.
La idea es que tenga claro con qué objetivos hace su arte, para qué y para quién. Si está en Habana Espacios Creativos se sobreentiende que tiene que realizar algo vinculado con el centro, además de tener en cuenta que nuestra dirección está en el punto central del Centro Histórico, por lo que por nuestras inmediaciones transitan muchas personas, al igual que los edificios que colindan con nuestro espacio, son inmuebles de la comunidad, no solo estatales, también de viviendas.
Estamos obligados a esta relación comunitaria amén de que el trabajo de la Oficina del Historiador tiene entre sus requisitos la labor con los grupos vulnerables y con todos los centros de la población. Eso nos lleva a que nos conozcan, luchando por no ser de esos espacios que agreguen como que “esto es lo que hay y es la opción que tienen para vernos”, sino que queremos ese diálogo con la comunidad.
Ahora mismo estamos trabajando en el convenio con la secundaria básica ubicada frente al centro, para que los muchachos sean los que participen en los talleres que se imparten acá, el cual lo puede dar ese becario o algún otro especialista o experto dispuesto a dar un taller a los adolescentes.
Lo consideramos una labor vocacional, debido a que ese adolescente es el futuro joven de mañana. Esto complementa el apoyo del Centro de Referencia de los Adolescentes, ubicado en la calle paralela. Buscamos que los becarios nuestros, sean los talleristas de esos adolescentes, para que el día de mañana sean ellos los jóvenes que opten por una beca de creación. Esa sería nuestra manera de cerrar el ciclo.
También aspiramos a que los artistas, cuando salgan de aquí, posean las herramientas, metodologías y procesos bien incorporados en su trabajo creativo, para después poder implementarlo, ya sea en emprendimiento o un contrato a nivel estatal. Para ello nos interesa que conozcan legalmente sus posibilidades, ya que una de las demandas de los becarios es lo referido al trabajo de autor, la distribución de ganancias entre ellos y el resto de las partes. Todos estos son temas que en la Academia no se dan, y los artistas lo piden para su formación y preparación, es una forma de que sepan sus deberes y derechos.
Trabajamos con un curso introductorio, en el que se aborda lo que esperan los artistas del centro y viceversa, las expectativas de todos. Facilitar el conocimiento entre los becarios para fomentar de manera natural la labor multidisciplinaria, debido a que pueden entrar con una manifestación marcada en ellos, y al concluir la beca puedan interactuar con otras modalidades del arte.
El trabajo que aquí se desarrolla no solo lo puede exponer en el lobby, que es el espacio oficial del centro para las exposiciones, sino también al pertenecer a la red de instituciones culturales de la Oficina del Historiador, facilitamos que a su vez puedan exhibirse en cualquier otro espacio del área, así sea de danza o teatro. Para ello, igualmente buscamos la manera de colocarlo en cualquier espacio con el cual la Oficina está asociado.
También contamos con el apoyo de un grupo de colaboradores que pueden ser artistas o investigadores, capaces de llevar a cabo una capacitación en el centro o fuera de él. A su vez contribuyen en la superación a través de cursos de comunicación o marketing digital, otra vía por la que podemos conectar a ese becario con cada uno de los colaboradores del proyecto.
Una de las becas que vamos a relanzar en enero es la de Guion Audiovisual, debido a que según un estudio realizado por nuestros especialistas, salió que en la escuela no se profundizaba mucho en el guion. Es por ello que cuando los muchachos aplicaban a convocatorias de esta modalidad, muchos de los trabajos presentados llegaban muy pobres.
En tal sentido, pensamos que como centro podríamos ayudar en el trabajo más profundo del guion, y así posibilitar el acercamiento con un especialista que sea capaz de darle los cortes al guion, diciendo el camino por el cual transitar. Después de este período exhortamos que otras convocatorias sobre esta modalidad estén abiertas para que esa persona se pueda presentar.
Nosotros, a parte de las actividades que tenemos con los becarios, tributamos al programa sociocultural de la Oficina del Historiador, y lo que conforma la programación cultural del centro puede estar dada por estas propias actividades que generan los becarios, de talleres de música, teatro.
Igualmente enriquecen este programa, las propuestas que nos haga el Departamento de Artes Visuales o el de Artes Escénicas de jóvenes quieran exponer en el centro, imbricadas con las actividades que se hacen aquí en Espacios Creativos. Tratamos siempre de que el 90% sean propuestas nuestras, y el otro 10% destinado a esa cuota otorgada a la Oficina. Es así, como se percibe que la propia dinámica del centro es la que genera todo el tiempo el programa sociocultural.
Unido con esta red de colaboradores con la que contamos, en el mes pasado, todos los sábados tuvimos presentaciones, en las que en varias ocasiones formaron parte de ellas algunos de los que fueron jurados de las becas de creación. Con ello buscamos que el mismo jurado siga vinculado con el centro como colaboradores. Entre estos miembros que han estado colaborando estuvo Néstor Siré, artista visual, al igual que la directora del grupo Retazos, Isabel Bustos Romoleroux, quien vino a darnos una clase magistral sobre la danza contemporánea y su relación con el cuerpo. Igualmente contamos con la participación de Ensemble Interactivo de La Habana a dar un concierto.
Se nos dio el caso de una muchacha que se presentó a la convocatoria y no ganó la beca, pero nos gustó mucho la propuesta de talleres que hizo, por lo que le pedimos la colaboración de ella con su proyecto para trabajar con un grupo de adolescentes en lo referido a la fototerapia.
Como resultado de ese acercamiento, las fotografías que resulten ganadoras se llevará a cabo una exposición aquí en Espacios Creativos. Lo que se busca es que el centro genere actividades constantemente, y si se llega a dar el caso de que lo planificado excede a las capacidades de la institución se traslada para algún otro espacio de la Oficina, teniendo como prioridad a los becarios.
¿Cuál es la capacidad total de becas con las que piensa trabajar la institución?
Malena: Estamos trabajando con 12 becarios. Actualmente las becas son: nuevos medios; artes visuales; artes escénicas; música; fotografía; literatura; guion audiovisual; diseño, -que fue la primera que se otorgó en Espacios Creativos con motivo del 500 aniversario de la ciudad-.
El equipamiento con el que contamos es hasta 5 personas por beca, pero al ser la primera convocatoria quisimos probar con pocos, además por la pandemia hubo que cumplir con las medidas de aislamiento social.
El 4 de enero arrancan todas. Ahora mismo estamos inmersos en un curso introductorio que dará paso a ellas, teniendo como cierre dos semanas para la especialización a partir de las líneas de investigación que nos gustaría que el becario potencie en su obra (equidad, marketing digital, comunicación, género)
¿Cuál es el poder de convocatoria de las becas?
La convocatoria fue abierta, tanto, que tuvimos que hacer una acotación de que no tenemos residencia para los becarios, por lo que no podemos ofertársela a las personas de provincia sin un paradero en La Habana. Pero todas las convocatorias que realizamos buscamos un alcance nacional, pero con esa limitante, ya que no tenemos el presupuesto para otorgar una beca con residencia.
Son un proyecto joven, ¿qué retos a corto plazo tienen planteados como centro formador y promotor del arte?
Adriana: Queremos crear sinergias entre las diferentes manifestaciones y estamos seguros que de estas colaboraciones podemos obtener resultados maravillosos. Trabajamos promoviendo la responsabilidad social, el sentido de pertenencia, así como la participación inclusiva, profesionalismo y la cooperación.
¿Qué importancia le brindas como artista joven a esta beca de creación de Habana Espacios Creativos?
Gaby Pez (becaria en artes visuales): Al enterarme de esta posibilidad, me interesó mucho porque como artista autodidacta es muy difícil acceder a becas, premios, concursos, precisamente por la desvinculación con la figura estatal. Al no poseer el carnet del registro del creador, o estar afiliado a la Asociación Hermanos Saíz, eso a veces imposibilita la participación, por no tener el reconocimiento estatal de que eres un artista.
Para mí fue muy provechoso porque de repente sentí que los artistas autodidactas pueden tener un espacio dentro del ámbito artístico de nuestro país. Las condiciones de la beca son valiosas, ya que no solo te aportan un espacio para que uno pueda desarrollar su arte sino que también te apoyan con los materiales que se va a necesitar para desarrollar tu proyecto.
Igualmente es importante la visibilidad que se puede alcanzar a través de la beca de creación, teniendo como apoyo la radio, televisión, redes sociales, que eso nos abre una puerta precisamente al no salir de una escuela de arte, donde quizás los artistas se conocen más por el roce académico. Esta forma de conocimiento representa una ventana para nosotros porque le permite al público una visión de quiénes somos.
Otro elemento a destacar son los contactos a los cuales se puede acceder a través de la beca, ya que nos conecta con artistas que poseen más experiencia en el desarrollo de las diferentes aristas del arte. Además de acercarnos con instituciones pertenecientes a la Oficina del Historiador.
Por ejemplo, en mi caso el proyecto que desarrollo es para realizar mi propio papel con el cual trabajo. Yo nunca he tenido experiencia de confeccionar el papel, pero mediante la beca me dan la posibilidad de conectar con un proyecto de La Habana Vieja que se dedica a realizar papel artesanal. A partir de esta conexión, ellos me han mostrado y asesorado como se lleva a cabo todo ese proceso, necesario para el trabajo que vengo desarrollando. Igualmente me relacionaron con otro proyecto que se llama Ciclo EcoPapel, el cual también me apoya en la confección de mi papel.
Todas esas son algunas de las oportunidades que esta beca nos otorga a nosotros como artistas, lo que nos permite creer en que sí se puede, sin pensar que estemos marginados por el hecho de haber transitado por la academia o por no estar afiliados al Registro del Creador, necesario esto último para presentarse en otros espacios y certámenes. Es por ello, que esto lo valoro como la posibilidad donde cambia un poco la visión del artista.
Habana Espacios Creativos es una iniciativa espectacular, visionaria, además, porque están yendo más de lo que estamos acostumbrados, debido a que le están abriendo las puertas a la juventud cubana y apoyando la creatividad, algo de lo que nuestro país está necesitado ahora.
