Los labios de Edith
Por: Rubén Núñez Acosta
para Dani
La sensualidad de Francia yace en los labios de sus mujeres. Nace de la manera en que, dichos labios, articulan el idioma más romántico entre los románticos. Labio e idioma se fusionan. Edith Piaf, comienza a cantar:
Des yeux qui font baisser les miens
Un rire qui se perd sur sa bouche
Voilà le portrait sans retouche
De l’homme auquel j’appartiens
La Habana escucha. El cabaret Montmartre, antes ruidoso, está ahora repleto y escucha.
En París, por ser Piaf su apellido, la llaman gorrión. Metáfora cubana para la nostalgia- me ha caído un gorrión-. A finales de la década del cincuenta es ya una consagrada figura dentro de las artes francesas. Destacan dos fotos entre las cuatro publicadas por Bohemia. En la primera, Edith asume una pose teatral y sostiene un libro. Diccionario Francés Castellano. Tiene un dedo en los labios, una inseparable cruz en su cuello, y la certeza de estar siendo fotografiada. En la segunda, hay cartas sobre la mesa. Cartas que hablan de suerte, de buena acogida.
Ni Ramón Sabat, presidente de la Compañía Panart, ni Mario García, manager social del Montmartre, cabaret con nombre de célebre barrio francés, estaban del todo convencidos de la reacción del público. Dudaban.
La cantante dio instrucciones a los luminotécnicos en los ensayos. No parecía poseer la riqueza monetaria de la que era dueña, más bien lo contrario. Lucía sencillo vestido negro. En sus contratos, se dice, una cláusula prohibía servir bebidas y platos mientras su voz tronaba. La citada revista, en su número del 10 de febrero de 1957, recoge: “El público no conoce esta cláusula, pero mantiene un silencio expectante ante su figura de muchacha pobre. ¿Qué obliga a este silencio?”.
Después de La vie en rose fue Padam, Padam:
Padam…padam…padam…
Des « je t’aime » de quatorze-juillet
Padam…padam…padam…
Des « toujours » qu’on achète au rabais
Padam…padam…padam…
Más tarde, una ovación, el triunfo. Actuó dos veces en el programa televisivo Jueves de Partagás. Del 25 de enero y hasta el 7 de febrero, del mismo año, se presentó en el Montmartre. Iniciaba así una gira que la llevaría por América. En la página 101 de aquella Bohemia, se lee: “Edith Piaf, haciendo un gran esfuerzo de memoria, dice en su español pintoresco una breve explicación de la letra que va a cantar. El espectador que la está viendo por primera vez no acaba de comprender esa vestimenta humilde. La señora que sabe del lujo la compadece porque no brilla en sus dedos ni en sus orejas una sola piedra preciosa. Pero ya está cantando Edith Piaf”.
Su voz rasgada. Su voz dolor, esencia. Su voz, La Marsellesa en su voz, es la de toda una Francia indómita, orgullosa de ser. Edith Piaf y sus labios, cual Marianne de Delacroix, guiando al pueblo francés:
Allons enfants de la patrie
Le jour de gloire est arrivé
Contre nous de la tyrannie
L’étendard sanglant est levé
Aux armes, citoyens ! Formez vous
bataillons !
Marchons, marchons
Qu’un sang impur abreuve nos sillons !
*
* El acceso a la edición del 10 de febrero de 1957 de la revista Bohemia, se lo debo al amigo Ariel Pérez Rodríguez. Coordinador de un grupo de Telegram, llamado La estantería cubana. A modo de agradecimiento, pondré por acá el enlace: @laestanteriacubana *
Referencias
Edith Piaf en La Habana. Homenaje en el 50 aniversario de su desaparición. (2013, octubre 11). Notas de prensa para la historia de cuba. Recuperado: junio 7, 2020
Otra vez Edith. (1957, febrero 10). Bohemia, p. 101. Recuperado: junio 9, 2020