La Jeringa
8 min readJun 5, 2023

Octavio Castillo Quesada: “Cuando escribes te transportas a lo que quisieras ser”

Por: María Karla Larrondo González.

Los pasos nos llevaron hasta el Hotel Nacional de Cuba, donde la tarde que amenazaba con lluvia permitió una estancia cargada de sorpresas y buenas energías. Octavio Castillo Quesada, médico y escritor de 24 años, desborda pasión al hablar de su amor por las letras. Agradece por la entrevista antes de comenzar, la humildad se refleja en cada gesto, tiene un regalo para mí, pero es para luego del café, aunque me confiesa que no le gusta esperar, entonces me da su regalo.

Nuestra presentación se hace muy familiar, tenemos muchos aspectos en común. Llega el café y con él, comienza la entrevista.

Foto: Samu Llanes

¿Cuándo y por qué decides enfocarte en la escritura?

Desde pequeño, incluso mi familia me lo recuerda, creaba vínculos entre personajes de series distintas; imaginaba qué podría pasar debajo de una piedra, versionaba historias, siempre con las particularidades de un niño, claro.

En la secundaria empecé a escribir y una de mis pasiones fue un libro de mitología griega, en ese momento no leía mucho, pero de un momento a otro descubro que podía crear, escribir las historias y el acto de plasmarlas en un papel. Lo primero que hice fue presentarme al concurso “Sabe más quien lee más” en mi provincia, Alquízar, que consistía en escoger tres libros y vincular los personajes de esos libros y realizar un cuento; ese año se realizó en el Museo de la Casa Natal de Rubén Martínez Villena en Alquízar. Me presenté dos años consecutivos, en octavo grado quedé en tercer lugar y en noveno grado quedé en segundo lugar. Ese impulso me permitió seguir escribiendo sin imaginar que quería dedicarme a ello, en ese momento había muchas ideas distorsionadas y poco a poco fue quedando todo allí.

Cuando comenzaron los datos móviles en Cuba empecé a publicar frases cortas en mis estados, y una vez lo habían compartido como quince personas. A raíz de eso busco en Instagram y veo una convocatoria de una Editorial en Colombia, que estaban buscando textos para una antología, envié y quedé seleccionado. Para mí eso representó mucho, pues para un muchacho que vive en Alquízar, que estudia medicina, que no conocía a nadie en el medio de la escritura, publicar en una antología internacional, era algo importante. Luego de ese impulso comencé a creer que podía ser escritor, vi en ello un camino.

Publiqué algunos cuentos en antologías en una Editorial en Miami, en la Revista Palabra Nueva; luego conocí a Elaine Vilar y enfoqué mis inquietudes hacia la literatura.

Su voz se va haciendo más fuerte y deja de lado sus pequeños rastros de timidez.

Mencionas a Elaine Vilar Madruga y el Laboratorio de escritura creativa, ¿qué aportes le ha dado el Laboratorio a la escritura de Octavio?

En ocasiones hay personas que me ven como médico y no creen que pueda ser escritor, es como si tuviera que escoger, y yo no veo la razón. Entonces, un día veo a Elaine en un reportaje en el Noticiero y ella decía que se interesaba y disfrutaba mucho ver a jóvenes escritores crecer. La busco en Facebook, en ese momento me maravillé de su perfil de escritora y le escribí, pensé que no me iba a responder pero me contestó en menos de una hora. Me respondió muy cariñosa, dulce, me comentó que estaba pensando en hacer una escuela de pensamiento creativo y me recomendó una serie de libros y autores y mantuvimos el contacto por correo de forma esporádica.

Envié al curso de narrativa del centro Onelio Jorge Cardoso, no me aceptan y le vuelvo a escribir. En el momento comencé en el Laboratorio y debo decir que en mi escritura hay muchos aportes, puedo decir que Elaine es como un ángel, porque rara vez te encuentras a personas con la empatía y la entrega de ella. Siento que me ha guiado, cuando tiene que aplaudirme lo hace y cuando tiene que dar regaños también los da, pero ha sido un pilar importantísimo en la escritura de Octavio.

La influencia del Laboratorio ha sido bien clara, a mí me ha abierto puertas y no solo en el aspecto profesional sino puertas hacia mí, hacia lo que soy capaz de escribir. A día de hoy tengo un poemario terminado, dos obras de teatro terminadas, muchas ideas por explorar y eso es gracias al Laboratorio.

Incursionas en el teatro, narrativa, poesía; ¿cómo es el proceso de seleccionar un género u otro? Y ¿dónde te sientes más seguro?

Comencé escribiendo dentro de la narrativa, cuentos; disfruto mucho crear conflictos, la psicología interna de los personajes, aunque aún no he incursionado en la novela, tengo relatos que no pasan las tres páginas, me gusta contar y transmitir en una historia breve.

Luego de la narrativa, a raíz del Laboratorio, conozco el teatro, leo obras de Shakespeare; me motivó el teatro y me atreví con mi primera obra. Con el proyecto de obra de teatro “Detrás de cámaras” gané la beca para Can Serrat, una residencia internacional de arte en Barcelona, España.

Después incursioné en la poesía, porque siempre he tenido el criterio de no limitarme a un solo género, quizás en uno me salga bien en otro no tanto, pero no pierdo nada con intentarlo. Empecé a escribir algunos poemas, y me fue conquistando muchísimo y a día de hoy es el género en el que más cómodo me siento.

¿Cómo es tu proceso creativo?

No tengo un esquema, ni un ritual, aunque tampoco espero a que llegue la inspiración. Mi contexto se vuelve complicado porque organizar mi tiempo a veces es algo difícil, mi disposición en ocasiones es limitada, por cosas externas, aunque otras no. Generalmente no tengo brújulas, a veces tengo un personaje, otras tengo la historia, aunque sí me esfuerzo en escribir, porque como dice Elaine, y coincido con ella: la escritura es un músculo que se desarrolla con el entrenamiento, y por ello trato de hacerlo con regularidad.

La mayoría de las veces saco historias o poemas de pequeños sucesos y detalles, las influencias con las personas, y me gusta encontrar lo diferente en cosas que no son tan trascendentes. Me pongo en contexto, disfruto crear personajes, la música me motiva mucho. Vivo las historias e incluso tengo personajes que me persiguen. Y me pasa algo que curioso, sobre todo con la poesía, y es que en ocasiones el sujeto lírico puedo ser yo, otro, alguien que me gustaría ser. Cuando escribes te transportas a lo que quisieras ser, a lo que podría suceder o no.

¿Cómo delimitas el tiempo para dedicar espacio a la medicina y la escritura?

A veces se me hace difícil porque soy muy perfeccionista y cuando voy a escribir, me gusta escribir. Realmente no sé cómo lo hago pero saco el tiempo y puedo llegar a todo. La medicina es una carrera que te demanda mucho, desgaste, compromiso, pesares que te llevas a casa, estudio. A veces me fuerzo a escribir, porque realmente a las dos profesiones hay que dedicarles tiempo. Si bien es cierto que estoy en el hospital y me llega un título, una idea para algo, tengo las notas del celular llenas, pero es bien difícil.

¿Tu literatura tiene vínculo con la medicina?

Me gustaría que no, pero en ocasiones mis escritos sí se han visto influenciados porque a pesar de todo es lo que estudié. Hay algo en común entre las dos cosas y es la sensibilidad. Empecé a escribir estando en la carrera y ahora que me gradué sigo en eso, pero hay cosas que delimito y trato de mostrar al Octavio escritor que no se mete con medicina.

En tus textos hay una recurrencia al mar como recurso, ¿hay un por qué?

Sí lo hay. No considero que sea la persona a la que más le guste el mar, no puedo decirte que sentarme frente al mar sea mi escapatoria, pero sí hay elementos como las gaviotas, la costa, que hace alusión al mar. De hecho, a día de hoy lo miro con recelo, porque siento que me ha quitado cosas y creo que ahí está la clave de la recurrencia, porque uno escribe, en ocasiones, desde el dolor.

¿Qué opinas de la autopublicación o de publicarse en plataformas como wattpad?

Uno cuando está comenzando no tiene las herramientas y desde la desinformación ve esas plataformas como la única vía de publicar. En algún momento comencé a publicar en wattpad, no tenía la técina, no conocía de otras maneras, y no lo pensé de forma profesional, como mismo lo ponía en los estados, fue mi forma de publicar. Me ayudó desde la satisfacción personal. Cuando decidí escribir de forma profesional me di cuenta que wattpad no me ofrecía lo que yo quería y desistí un poco. No lo critico, no lo juzgo, aunque uno debe saber el porqué de ese tipo de publicación. Encaminé la escritura, que comencé a verla como una carrera, en otro sentido.

¿Cómo promocionas tus obras y qué importancia le ofreces a las redes sociales?

Las redes sociales son juzgadas, hay quien las aplaude y quien no, yo estoy en las dos partes. Uno tiene que ser consciente de lo que son las redes, de las herramientas que te aporta, de las razones por las que las usas.

Uno debe aprovechar las ventajas y lo que nos distingue a cada generación, y a nosotros nos benefician las redes sociales, igual que publicar de forma electrónica. Es cierto que en ocasiones hay personas que no aprueban el que un escritor sea publicado con “enlaces”, y te voy a ser sincero, a mí también me gusta ver mis libros en físicos, pero hay que ser consciente del medio en el que uno se desenvuelve. No todo es repudiar cosas, también nos toca aprovecharlas.

Por ejemplo, cuando comencé, publicar en físico era muy complicado, y publicar de forma digital es una vía que existe y además nos permite una retroalimentación más inmediata.

Muchas convocatorias, nacionales e internacionales, las encuentro en las redes, he publicado y me han leído gracias a las revistas, los enlaces y las redes. Mantengo mi perfil de escritor y ahí promociono mi obra. Me han escrito y me han comentado que al leer mis obras han recordado un momento importante de sus vidas y esa retroalimentación es muy gratificante. Las redes sociales son muy importantes y como escritor me han ayudado muchísimo.

Fuiste ganador de la beca de Can Serrat en el año 2022, ¿Qué esperas de Can Serrat?

La palabra esperar me da ansiedad. Con el tiempo he aprendido a no esperar tanto, porque las veces que lo he hecho me he dado cuenta de que he esperado cosas que no iban a llegar y a veces han llegado otras que no he esperado; y lo bonito es eso, dejarse sorprender. Espero que Can Serrat tenga cosas bonitas y que me aporte en mi proceso de escritura y como persona.

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