Qué rico e´!, videoclip de Pablo Massip
Por: Flavia Barrio Alvariño
Tras más de diez lustros de trayectoria artística, el premio nacional de música del año 2015, el maestro Guido López-Gavilán, pone a consideración del público su primer videoclip como músico: Qué rico e´! El material, rodado en noviembre del pasado año y estrenado cuatro meses después (marzo de 2022), se encuentra disponible en las plataformas digitales del Centro Nacional de Música de Concierto y de ALMAR Producciones, así como en los espacios habituales para la difusión del videoclip en la Televisión Cubana.
La pieza sonora en la cual se inspira esta creación sedujo sobremanera a Pablo Massip, su director y, a la vez, figura rectora de ALMAR Producciones, productora de audiovisuales que recibió el encargo de su confección por parte del Centro de Música de Concierto. Al decir de este, “realmente es un producto interesante, complejo en su realización y complicado en su interpretación” (Domínguez Cruz, 2022). De ahí que el audiovisual se apropie de ese matiz inusual, turbador presente en la obra musical que le da origen.
A través del videoclip se pretende recrear un ambiente similar al de las décadas de los 40´ y 50´, período en el que el mambo, género de esta pieza, cobra pleno auge. Para ello, un amplio proceso investigativo y documental secundó a la realización de Qué rico e´! El Sloppy Joe´s Bar resulta la locación seleccionada para filmar esta obra. Desde la escenografía hasta la elección del vestuario remedan la atmósfera de ese bar en épocas pasadas. Aquí, cada integrante de la orquesta asume el rol de un personaje real o fantástico.
Sin abandonar las pautas fundamentales del género, este videoclip transmite al espectador una sensación de extrañamiento, comprehensible, en buena medida, debido al talante onírico manifiesto en varias escenas. Este producto se halla transversalizado por ese germen posmoderno. En tal sentido, alcanza un resultado estético que, de cierto modo, fractura esa zona de confort del receptor y frustra su expectativa, obvia un tanto los códigos que maneja para este tipo de producciones. Cuestión que indica que su concepción rebasa a la mera noción de un producto audiovisual como respaldo a una pieza musical determinada.
No existe una historia per se, tampoco hay una exhibición hedonista o ególatra de la figura de los músicos. Qué rico e´! se constituye como una propuesta que debe ser disfrutada a la par que va discurriendo, sin intentar atribuirle una intencionalidad apriorística. Indudablemente, se patentizan aquí muchos artilugios, aunque quedan un tanto etéreos y en ninguno de ellos descansa completamente el telos de la obra. Resta al espectador, como quintaesencia de este esquema, transitar por los caminos de esta pieza ambigua y compleja.