Raíces afroamericanas, arte genuino y espíritu luchador en Jada Imani
Por: Laura Lara Lobaina
Pandemia, crisis económica y migración son tres grandes lacras que maceran nuestra joven generación. Sin ánimos de pormenorizar desgracias, se puede afirmar que los desafíos con los que día por día lidiamos no deben subestimarse, menos aún su impacto en la psiquis grupal. El objetivo de la declaración anterior es resaltar, con mayor fuerza, el mérito que merece esa comunidad artística emergente en Cuba.
No es que lo diga yo, es que nuestros actos y voces tienen eco, un eco que cruza el mar y marca corazones. De esta manera termina en nuestro archipiélago la cantante Jada Imani.
Cuando se me asignó la tarea de entrevistar a la artista iba con el salto en el salto estómago característico de los nervios. No en vano: Jada Imani es una cantante y compositora estadounidense de hip hop, R&B y, recientemente, jazz. Con 8 años en la industria de la música, Jada se ha dedicado no solo a su carrera, sino a apoyar y patrocinar artistas emergentes y proyectos locales. Ha colaborado como miembro de votación en la Academia de grabación de los Grammy. Tanto su obra como su labor filántropa me impresionaron y me dirigí a la cita con la modestia de quien nunca ha compartido con semejante personaje.
Ahora puedo declarar que lo más gratificante de toda la experiencia fue, precisamente, la comunicación entre iguales que entablé con Jada, pues ella estaba tan agradecida como yo por compartir con La Jeringa y la comunidad artística cubana joven en general.
Jada, danos el pitch de tu obra
Me llamo Jada Imani y soy artista. Las canciones que compongo e interpreto son una mezcla de géneros provenientes de la tradición musical afroamericana tales como soul, R&B, hip hop, punk y jazz.
La otra parte de mi trabajo es con la comunidad: organización de eventos y conciertos para la unificación y el intercambio entre nosotros, los artistas, de oportunidades y recursos. Esta es mi pasión, y me siento plena por hacer lo que amo.
¿ Cómo comenzó tu carrera en la industria de la música?
Siempre supe que quería ser artista, desde la infancia. Por otro lado, también tenía estos deseos de ayudar al mundo, de eliminar el sufrimiento que lo aqueja, y decidí hacerlo con arte. A los 15 años comenzó todo de una manera paralela: empecé a organizar eventos y a cantar en espacios locales. Más tarde tuve la oportunidad de ejercer de curardora en el Oakland´s First Friday Festival que se celebró mensualmente durante 3 años. Ahí forje muchos contactos y se amplió mucho mi comunidad.
He tenido otros proyectos como el período en Mission High enseñando a artistas. Fueron 7 años durante los que impartí un taller de escritura y que disfruté profundamente.
Mi carrera se ha consagrado a través de estudios sobre la cultura y el arte. Yo creo espacios para la autorealización, incluso, la sanación mediante el arte. Ya tengo 23 años, han sido casi 10 años de esta labor que amo y que llena cada minuto de mi vida. Siempre estoy ocupada con un proyecto diferente y me encanta eso.
Leí una declaración tuya que decía “la música viene del alma”. ¿Puedes profundizar en esta relación espiritual que tienes con la música?
La música vive en nuestro interior. Si somos lo suficientemente valientes y abiertos podemos escuchar lo que nuestra alma tiene que decirnos: qué ritmo, qué melodía y qué palabra exacta llevamos dentro, encerrada.
Este tema se relaciona mucho con la población africana emigrante y las étnias que de ella parten, como la comunidad afroamericana. La nostalgia por el hogar, por la madre tierra se transmite de generación en generación y tenemos mucho que decir. Y lo decimos con música. Ritmos con raíces africanas como la rumba o el jazz es algo que llevamos en nuestro espíritu, aún sin haber pisado jamás esa tierra.
Para mítodo eso es una realidad especial que nos ayuda a recordar que el mundo físico es temporal y que hay mucho más fuera de él. Hay mucho más de lo que se ve y se toca, y ese sentimiento se puede experimentar a través de la música.
¿Cómo se conecta tu nueva canción Rosa Parks con lo anterior?
En Estados Unidos aún se lucha a favor del movimiento de los derechos civiles. La comunidad afroamericana todavía sufre a razón del racismo persistente en la sociedad. Estas ideas están muy latentes en esa canción. Es curioso que no estaba escribiendo canciones cuando surgió Rosa Parks. Me dedicaba al estilo libre y la improvisación, pero este vibe o estado mental de libertad se apoderó de mi.
¿Cómo ves ese movimiento y otros de igual corte social en las nuevas generaciones?
Actualmente hay muchos nuevos movimientos y muy diferentes. Este fenómeno está marcado por ser nosotros la primera generación con redes sociales. Y es ahí donde dichos movimientos están tomando lugar, en el accionar digital. Eso tiene su lado tanto positivo como negativo.
Primero, lo positivo de esta situación es que las redes nos ayudan a difundir nuevas maneras de pensar, a plantar la semilla del cambio. Es importante el orden: primero, cambiar la mentalidad; y luego, el mundo. El activiso digital, las noticias locales, todo eso está bien.
Pero esta generación se ha encasillado en eso. Hay un mundo con necesidades más reales: necesitamos comer, necesitamos construir casas y necesitamos generar trabajos; hay muchas más cosas que Instagram. Entonces debemos crear en la realidad. Somos una generación con nuestras propias necesidades y debemos dejar de reclamarlas a un gobierno que no nos escucha y suplirlas nosotros mismos.
Eso es seguir el legado de las Panteras negras y su programa de desayuno gratuito para escolares en Oakland iniciado en los 70 y, actualmente, convertido en un programa nacional. Antes de esto, los niños sencillamente no tenian acceso a una buena nutrición. Y pensaron: “bien, ellos no nos darán la solución, así que la organizaremos nosotros mismo”. Quiero que nuestra generación se impregne con esa mentalidad. Realmente tengo esperanzas en nosotros.
En este sentido, quiero decir que Cuba es una gran inpiración para mi comunidad en los Estados Unidos. De hecho es la razón por la que estoy aquí, simplemente pensé “tengo que ir, ellos son increíbles”.
Estamos muy contentos de escuchar esas palabras Jada, cuéntanos más de tu experiencia aquí.
Primero la comunidad aquí es muy acogedora y hospitalaria. Por otro lado, el talento que veo es increíble. Los ritmos de Cuba no son para nada como los que se escuchan en Estados Unidos, son más complejos, es impresionante.
Realmente se siente como una gran familia. me gustó tanto compartir con la comunidad de músicos que me sentí como en casa. Estoy agradecida por la oportunidad de compartir con ellos escenario en un país nuevo. Todas esas experiencias me han ayudado a crecer como artista, a incursionar en diferentes géneros y experimentar con mi voz fuera de mi zona de confort.
Todo el viaje ha servido como inspiración para mi trabajo y espero poder devolver tanto como he recibido. Tengo grandes planes de colaboración en concierto con todos estos artistas talentosos que he conocido aquí.
Jada Imani nos deja un dulce sabor en la boca: una dosis de orgullo étnico, muchos recuerdos memorables y, sobre todo, su genuina música. Esperemos que la visita, el intercambio cultural y la ayuda solidaria entre artistas tengan una segunda oportunidad.